Los 15 lugares imprescindibles de la Séquia que no te puedes perder

Aunque el castillo aparece documentado desde el siglo X, el edificio actual corresponde a la construcción gótica, entre los siglos XIV y XV. Es un edificio de tipología de palacio fortificado, y a partir de un patio central con arcadas, encontramos a su alrededor las dependencias de servicio y en la planta superior, las salas nobles, las cámaras y la cocina.

En el mismo cerro, está la iglesia de Sant Maria, de origen románico con modificaciones posteriores.

La Presa de los Manresanos es el punto donde la Séquia capta el agua del río Llobregat en un lugar bajo la colina del castillo de Balsareny, y aprovechando una anterior. Con 128 metros de longitud y de forma semi elíptica, se construyó con pilones de madera anclados a la rivera, que sostienen unos nervios también de madera que están recubiertos de piedra y rocas.

La presa ha sufrido los efectos de varias riadas. La más reciente es del año donde a causa del temporal Gloria de enero de 2020, se tuvieron que hacer obras de consolidación de la presa, ya que ponía en riesgo el suministro de agua.

Conocida también por la Fábrica de Can Vinyes por el nombre de uno de sus propietarios. En el lugar donde se encuentra la Fábrica del Molí existió un molino harinero que fue transformado en «fábrica de río» en 1814. Posteriormente, en 1898 se construye la fábrica actual y en 1922 los edificios de vivienda que configuran la colonia textil.

Destaca, además de la chimenea octogonal, los edificios más antiguos: las naves en pisos y las viviendas de tres plantas.

El lugar de Vilafruns toma el nombre de una masía situada al lado del Llobregat, entre Balsareny y Sallent. Alrededor suyo, en 1851 se construyó una colonia textil que aprovechaba la fuerza hidráulica de un canal propio y donde en 1925 se construyeron las viviendas y una parada de tren.

La colonia minera, en cambio, se construyó en 1964 para acoger a los trabajadores, una vez la mina de sal potasa entró en pleno rendimiento. Caminando por la Séquia, podemos ver el bloque de pisos de los trabajadores y los chalets de los encargados y directivos.

De los cerca de 34 acueductos o puentes de la Séquia, el de Conangle, con una longitud de 103 metros y 13 metros de altura respecto a la rivera, lo podemos considerar uno de los más monumentales. Fue construido en 1340 y está constituido por 7 arcos, donde destacan los dos arcos centrales y los potentes contrafuertes.

Sallent está situado en el tramo medio del río Llobregat, en un paso estratégico entre el Pla de Bages y los contrafuertes pirenaicos del Berguedà. El poblado ibérico del Cogulló, a poniente, y el castillo de Sant Pere a levante, son dos asentamientos cuya ubicación refuerza el control del paso hacia el interior. La villa medieval que encontramos al lado del río vivirá un intenso crecimiento a partir del siglo XVIII que se acentuará con el proceso de industrialización textil y posteriormente con la explotación minera de las sales.

La Fábrica de Cal Torres fue el primer lugar donde se instaló un telar mecánico y de las 11 fábricas existentes a finales del siglo XIX, aún podemos ver algunas al lado del río cuando paseamos por la villa. Entre los monumentos, hay que destacar la Casa Torres Amat, casa solariega y ejemplo del auge de la burguesía catalana.

La singularidad geológica de la zona, ubicada en un antiguo mar interior y los esfuerzos tectónicos posteriores, manifestaciones del levantamiento pirenaico, originaron un encabalgamiento inverso, donde el bloque norte (más moderno) se sitúa por encima del bloque sur (más antiguo). Este hecho fue favorecido por la existencia de un estrato muy grueso de sales y, que al ser más plásticas que las rocas del entorno, permitieron este deslizamiento.

Esta falla tiene unos 10 km de longitud y nosotros podemos visualizar la parte central, uno de los lugares donde se hace visible, al lado de la tolva de carga en la antigua estación de Sallent.

La Séquia, después de pasar al lado de la antigua estación del ferrocarril de vía estrecha de Manresa a Berga, recorre el flanco de los escombros salinos de la Botjosa, montaña formada entre 1945 y 1977 con los residuos de la mina de sal de la Botjosa.

Los trabajos de restauración iniciados en 2018 conducen las salmueras a un colector y prevé el vaciado de los 4 millones de toneladas de residuos en un plazo de cincuenta años.

Con cerca de 100 ha de extensión, el Bosque de la Sala es uno de los retales de bosque más extensos del Pla de Bages y forma un auténtico mosaico vegetal, combinando el bosque de robles, encinas y pinos con los campos de cereales. La Séquia lo atraviesa en buena parte y constituye la parte más sombría de todo el recorrido.

El caserío de Claret, situado en una colina que domina la llanura, da nombre a este espacio, donde la Séquia transita de la parte arbolada de la Sala a los espacios agrícolas abiertos. A pesar de las pequeñas dimensiones, el lugar tiene dos iglesias: Sant Maria y Santa Anna cada una a un lado de la demarcación municipal, de Santpedor y de Sant Fruitós de Bages, respectivamente.

A lo largo de la acequia se construyeron tres edificios donde vivían los sequiaires, los guardas.

La labor de estos era la de vigilar el buen estado del canal, hacer su mantenimiento y evitar el robo de agua.

Las obras de restauración del antiguo tejar en 1992, permitieron la creación de una zona de humedal, creando espacios de diferente profundidad y pendientes para favorecer el crecimiento de la vegetación y la existencia de refugios para la fauna.

En este espacio se han detectado una gran cantidad de aves. Entre especies nidificantes y de migrantes, se han contabilizado más de 130 especies, algunas muy raras en la cuenca media del Llobregat.

La iglesia de Sant Pere, situada en el lugar de Or ya aparecen documentados en la segunda mitad del siglo X, y por contracción, dan lugar al nombre actual: Santpedor. El núcleo antiguo, al que se accede por los portales de las antiguas murallas del siglo XIV, conserva el trazado de las calles y edificaciones medievales.

El lugar de Sant Iscle y Santa Victòria de Bages está situado en una pequeña colina que domina las llanuras agrícolas, documentado desde mediados del siglo X, al pie del camino real de Barcelona a Cardona. Actualmente, la iglesia románica, con varias restauraciones posteriores, es el centro de un pequeño núcleo que la Séquia rodea en su parte final.

Este estanque artificial, construido en 1976 y rodeado por una densa zona arbolada, es el parque municipal más grande de Manresa. Con una capacidad de 200.000 litros, es la reserva de agua de la ciudad y está situado en el punto más elevado del término municipal. Es el lugar donde el canal se divide en dos ramales, uno que va hacia la ciudad y el segundo, que va hacia Viladordis.

El Museo del Agua y el Textil de Manresa acoge dos exposiciones permanentes, una que explica la evolución y especialización de la industria textil manresana así como una segunda que describe la historia y uso del agua de la Séquia.

Este museo está ubicado dentro de los antiguos depósitos construidos en 1965 para suministrar agua corriente a los hogares de Manresa.